La tonalidad de la noche incendia con polvo estelar sus pupilas. Se deja acariciar por la ternura de Casiopea y se olvida por un instante del canto de las nereidas. La noche sabe dar guerra, sabe morder el silencio y tragarse su aullido. Sabe besar el corazón de los lobos solitarios y dejar huérfano el amanecer. Pero él, allí sigue, jugando a las runas con las ninfas apostando sus pasos y su vida. ¿Encontrará el norte, o seguirá acariciando el bosque?
Las letras pueden llegar a formar palabras que marquen para siempre, que nos acaricié el alma o lo contrario que dejen heridas en lo más profundo. Así que vamos a utilizarlas bien. ¿Listos? Poemas, fotografías y vídeos todo para juntar las letras y crear algo especial.