Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2020

Inquebrantable

Eres fuerte  como roca acariciada  por un mar enfurecido.  No les tengas miedo a los tsunamis,  ni a los huracanes.  Porque no hay tormenta  que pueda contigo,  ni ola, que te arrastre mar adentro.

Turbulencias

Mis recuerdos son turbulencias  en este vuelo de sentimientos.  Me agarró fuerte el corazón,  para que no mudé su caparazón, no vaya a ser  que me quede indefensa  frente al amor.  Busco el eco de tus palabras  para acurrucarme  entre ese "te quiero" y el "adiós"  que disparaste  apuntando fuerte con la mirada.  Porque no hay hueco en este cuerpo  para esconder más heridas,  ni silencio suficiente  para tapar está soledad.  Me quedaré encariñandome  conmigo misma,  a ver si encuentro el sinónimo del "amor"  en este cuerpo desbocado. 

Segundas oportunidades

Después de cada disparo en el corazón, me saco la bala y apunto hacia el olvido. Mi cuerpo ya no accepta más heridas, pero mi alma les da cobijo como si fuera un refugio de tiritas que no abandona ningún soldado herido. Lo único que no sabe, es que los soldaditos de plomo no necesitan tiritas. Porque he ido rescatando balas para darles una nueva vida.

Jungla de tentaciones

Nos alimentamos de sentimientos, ruidosos piropos  que resuenan en todo nuestro ego dispuesto a rendirse  con el primer "te quiero"  soltado al azar  por cualquier caminante  con aire de don Juan.  Nos alimentamos la vista con cuerpos vestidos de seda,  con labios rojos y miradas perversas.  Nos ensuciamos con carmín los sentidos  y nos atamos solos a la cama.  Sin permiso,  sin perdón,  aquí nada sirve  cuando las reglas se desnudan del tabú, porque para sobrevivir  a esta jungla de tentaciones  todo vale. Ramona A. 

Por eso...

Que mis huracanes también sirven para borrar tus promesas. Que los cuentos de hadas ya no erizan mis sentimientos  y que bailar sola en la lluvia se me hizo costumbre. Ramona A. 

Quédate contigo

Quédate contigo. Si tienes que elegir entre luchar a diario con sus demonios o empezar de cero: quédate contigo. No te conformes con migajas, con medias naranjas, con amores que duelen y caricias que enferman.  No aceptes cicatrices   como parte del trato, no compartas tus sueños  con quién corta tus alas. No te dejes dominar, ni encarcelar por sus encantos. Porque tú eres más encantadora SONRIENDO BAILANDO SOÑANDO PISANDO FUERTE Y CONQUISTANDO EL MUNDO. No te conformes con una estrella fugaz, pudiendo tener toda la galaxia. Tú puedes elegir: quédate contigo y serás más FELIZ . Ramona A. 

A la deriva

Que el tiempo pasa y no nos pregunta si queremos pasar con el. Que si alguien nos quiere hoy, igual dejará de querernos mañana y nosotros llegaremos a ser tiritas para otro alguien. Y así, se nos pasa la vida, nadando contra corriente sin saber que mano nos tirarara el chaleco salvavidas. Ramona A. 

Punto final

Nos toca terminar esta historia que parecía no tener final. Y  aquí estamos, mirándonos a los ojos,  para ver quién pestañea primero el punto final. Ramona A. 

Cómplices

Somos cómplices en robar corazones ajenos y  hacerlos nuestros.  Como si nadie los echaría de menos, cómo si a nadie le importaría, cómo si arrancar un corazón no  supondría ningún dolor. Como si no se necesitarían tiritas  para tapar ese hueco, como si los sentimientos no se escaparían por ese agujero, ni el dolor se quedaría para hacerle duelo. Somos cómplices en robar corazones con la mirada, abriendo pechos y escarbando sin compasión... ... sin sentir. Dejandonos llevar simplemente por el echo  de que alguien, algun día, se llevó el nuestro y nos contagió su enfermizo deseo de apuntar al corazón. 

Juego traicionero

Vamos a hablar de la vida y te las ostias que nos damos con ella a veces. Y si. A veces pienso que la vida es una ruleta rusa que está a punto  de dispararme entre ceja y ceja  justo en medio de mis pensamientos, y con el temor de que acierte dejo de pensar. A veces me tira dardos, flechas y temiendo de que alcance mi corazón dejo de amar, de sentir. Y por si faltaba poco, también jugamos al balón "traicionero" y aquí me entra la duda de quién traiciona a quién. Porque lo admito, a veces tengo dudas, de quién es la cabrona en este juego, ya que hasta ahora ella nunca ha acertado, y yo, casi siempre me he rendido sin ni siquiera intentarlo. Ramona A. 

Tras la tormenta

Somos dos huracanes  devastandonos mutuamente,  arrancandonos las apariencias  y dejándonos desnudos,  indefensos, frente al amor.  ¡Porque si!  los huracanes también aman,  por eso borran las heridas del alma  y dejan salir el sol tras la tormenta,  por eso tu sonrisa es tan bonita  al reflejarse en mis pupilas. Ramona A. 

S. O. S

Aquí estoy,  perdida en tu mirada,  sin salida de emergencia  ni ventana  por dónde salir huyendo  si esto sale mal.  Pero aún así... aquí sigo...  esperando tu próximo parpadeo para ver si sobrevivo  al tsunami de tus ojos,  ya que el océano  que esconden esas pupilas  es muy engañoso. Ramona A.

El silencio

Me muerde el silencio tan fuerte, que me dan ganas de arrancarme la piel y regalarle mis cicatrices, para ver si así, deja de atormentarme de una vez. Pero el es muy traicionero y no me puedo confiar, porque si me quedo sin nada, mordera a sangre fría y me dejara sin sentimientos, o peor quizás... ...sin palabras. Ramona A. 

Naufragio

Has creado  un maremoto en mi vida utilizando todo mis sentimientos,  y dejando  todo mis barcos hundidos,  con el corazón naufragando...  hacia no sé dónde. Ramona A. 

Almas gemelas

Bailábamos con el silencio  cada vez que nuestras miradas  se encontraban.  Acurrucaba mi alma en tus brazos  y no necesitaba palabras  para entender lo que tu corazón  estaba diciéndome.  Porque a pesar  de lo que muchos creen  el silencio y el amor  son almas gemelas. Ramona A. 

Aquel café

Aquel café juntos... mientras los nervios comían de tu mirada fría, intercambiando noches de charlas inspiradoras a falta de sueño o quizás sueños... Es inevitable no protestar contra el destino cuando le falta cafeína a los sentidos, y se quedan dormidos a medio camino, mientras nosotros rozamos el insomnio lento, alcanzando la madrugada con el dedo. Aquel café juntos nos volvió más poetas, escondiendo dramas entre las letras Y perdiendo sueños en su espuma de algodón. Aquel café, tenía sabor a recuerdos y olía a adios...                                       

Amor silencioso

No suelo hablar las cosas, prefiero el silencio y sus noches de poker al desnudo, lejos de miradas ajenas. Preferiría un "te quiero" sincero sin más ni menos, sin cuentos chinos ni tabúes en los sentidos. Un "te quiero" de esos que desgarran la carne y te hacen sentir el frío polar en cada punta de tus pelos. Una mirada que mate los deseos a gritos de placer y haga sonrojar incluso a los más frívolos... Prefiero eso,  ante la notoriedad del tiempo que hace esta relación algo cotidiana. Ramona A.